viernes, 7 de julio de 2017

DE PROFUNDIS. Un poema de LIBRO DE HORAS

           

                   Como un pulso que golpea las tinieblas

                                                         Gabriel Celaya


Desde lo profundo claman a ti.
Escúchales, Señor,
que, para ellos, lo profundo
no es un estado del alma;
que ellos miden la profundidad
en los interminables minutos de descenso
por túneles estrechos,
en las toneladas de roca
que presienten sobre sus cabezas.
Para ellos la sangre no es símbolo,
sino ese líquido viscoso
que a veces les mancha oídos y boca.
Óyeles, que te llaman
desde el fondo de las minas,
desde pozos oscuros y polvorientos
igual que sus pulmones.
Escucha la plegaria de sus toses,
de sus ojos repletos de humo,
mira con piedad
su combate cotidiano con las tripas de la tierra.

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