viernes, 28 de octubre de 2016

EN EL COLEGIO MATER PURISSIMA


Llegar al salón de actos de un colegio. Ver que tres profes se han tomado la molestia de pedir tu libro por correo, y que lo tienen, lo han repasado y te lo comentan con cariño. Que lleguen setenta chicos y chicas de diez años, revoltosos y alborotados como es su obligación. Empezar a recitar poemas (que no están escritos para niños), y que te escuchen con atención y respeto; que aplaudan y se rían al final de cada uno. Que comenten con entusiasmo cada cosa que dices, que te pregunten cosas, que cada vez que preguntas tú algo se levanten un montón de manos, y estén deseando darte su opinión y sus ideas. Que si pides voluntarios para leer poemas en voz alta salgan varios. Que cuando termina el acto los chavales se te acerquen para seguir preguntando o comentando. Eso es lo que me pasó ayer en el Colegio Mater Purissima de Madrid, con los chicos y chicas de quinto de primaria. Eso es de las cosas que hacen que siga mereciendo la pena esto de la poesía.

domingo, 16 de octubre de 2016

PRESENTACIÓN DE CARMELO GONZÁLEZ



Ayer sábado presentamos el libro Exorcismo para todos los demonios, de Carmelo González (Edit. Lastura, 2016), en la Cervecería El Museo de Móstoles, dentro del ciclo Los Sábados Culturetas del Museo, que organizamos él y yo desde hace unos años.
El entorno íntimo de la cervecería, y los amigos que nos acompañaron, crearon un ambiente de calor y cercanía muy propicio para recitar poemas. Poemas entre amigos y cervezas.
Me toco recitar varios poemas de Carmelo. No es ningún secreto que es uno de mis poetas favoritos, por su poesía cercana, directa, elegante y llena de contenido. Pero, cuando te toca leer los poemas en voz alta, te das cuenta del ritmo y la potencia interna que tienen, de cómo el mismo poema es el que te va llevando en volandas hacia la emoción.
Y, aunque ya lo he dicho varias veces, quiero insistir en esto: Mi endecasílabo favorito en castellano es “polvo serán, mas polvo enamorado” de Quevedo. Inmediatamente después va este magnífico verso de Carmelo: “Un poco de Dios puede ser que exista”.
Noche de las que hacen afición a la poesía.