La presentación de Leyenda Urbana en Jerez, el pasado 12 de octubre, volvió a recordarnos algo que ya sabíamos: lo cómoda que está la poesía a cielo abierto, en medio de las plazas públicas. De eso es de lo que habla este poema:
Plaza
Tres ancianos con bastón y gorra
hablan sentados en un banco,
la tensión de sus rostros arrugados
revela la densa hondura del debate;
un niño corre y chilla;
un perro lame los tobillos
de un adolescente despistado
mientras su dueño le tira de la correa.
Un niño corre y chilla,
y otro niño corre y chilla y se cae y llora
y su madre le coge en brazos
y le riñe y le da besos.
Dos señoras cargadas de bolsas
se esfuerzan en esquivar
a intrépidos patinadores.
Un músico callejero toca en una esquina,
nadie le hace mucho caso,
la sirena de una ambulancia
devora la frase más intensa de su estribillo.
La gente va viene ríe corre habla espera mira:
Bienvenidos al mayor espectáculo del mundo.
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