Cualquier proyecto, por grandioso que sea, ha tenido un
primer momento, una ocurrencia, una minúscula chispa. Es muy emotivo haber
asistido a la primera chispa del proyecto MOSTOLETRAS, el encuentro de autores,
editoriales y librerías de Móstoles, que se celebró el pasado domingo 23 de
septiembre, y que se pretende que sea el germen de una futura Feria del Libro
mostoleña.
En este caso todo empezó con un mensaje en la red social de
mi buen amigo CARMELO GONZÁLEZ, diciendo que le gustaría mucho que hubiese una
Feria del Libro en su pueblo, y que, en una ciudad como Móstoles, era muy
factible hacerla. Una de las respuestas al mensaje fue de un concejal, diciendo
que veía con buenos ojos la idea, así que Carmelo vio la ventana de oportunidad,
y se lanzó a concretar el proyecto.
En su iniciativa tuvo el respaldo de ASEAPO, la Asociación
de amigos de la poesía, con sede también en Móstoles, que ha seguido la
organización de todo el proyecto.
En pocos meses se concretó la celebración de Mostoletras.
Cuando algo es nuevo todo está por inventar. Hubo que improvisarlo casi todo: dónde
se colocaban editoriales y autores, cómo se ajustaban los horarios, cómo se
organizaban los recitales… Pero cuando todos los implicados cooperan con generosidad
todo encaja.
Todos respondieron: los técnicos municipales hicieron un
excelente trabajo durante todo el día, cubriendo los múltiples detalles
logísticos. Las editoriales (Lastura, Juglar, Huerga y Fierro, Amargord, El
Sastre de Apolinaire, Amargord) pusieron en marcha sus expositores con eficacia,
igual que los autores independientes. Los poetas que participaron en los
recitales se organizaron con orden. Todos, de forma espontánea, se prestaban a
echar una mano, y todo funcionó.
Y funcionó, sobre todo, el público. Asistió a los recitales
y a las actividades infantiles en buen número y con atención; recorrió los
expositores, compró libros, llenó de vida la mostoleña Plaza del Pradillo.
Fue una gratísima fiesta de las letras, que supo a poco. Así
pues, hay que empezar ya a pensar en la próxima edición. Y, si es posible, que
esa edición pueda ya llevar el título de “Feria del Libro de Móstoles”.
Desde Juglar decir que ha sido una suerte poder estar ahí y disfrutar de este evento, y como bien dices, Antonio, de la gente mostoleña. Un abrazo y a por la siguiente
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