Las Ferias del Libro son puntos de encuentro fundamentales
para el mundo literario y editorial. Están las grandes ferias internacionales:
Frankfurt en Alemania y Guadalajara en México. En España destacan la Feria del
Libro de Madrid y Sant Jordi en Barcelona. También hay ferias de mucha calidad
en pueblos y ciudades más pequeños… Y está la Feria del Libro de Navahermosa (Huelva).
Navahermosa es una aldeíta de treinta habitantes, escondida
entre castaños, acebuches y olivos en la sierra de Huelva. Uno podría esperar
que un lugar tan despoblado y apartado languideciera de aburrimiento, pero nada
más lejos de la realidad. Gracias a la asociación Navahermosa Viva Participa la
actividad cultural es constante: Belén navideño, Carnaval, delicias de
cuaresma, procesión del Corpus, exposiciones, talleres.
Entre esas actividades destaca la Feria del Libro. La
tercera edición se celebró el pasado 17 de mayo. Lo primero que llamaba la
atención al llegar ese día a la aldea es que el pueblo, literalmente, estaba
lleno de libros. Los vecinos pusieron libros en las ventanas, o en mesitas y
estantes que sacaron a las puertas de las casas.
En la feria, junto a expositores de librerías y editoriales
(pequeños, pero bien surtidos), había un apretado programa de presentaciones de
libros: Poemarios, libros de fotografía, novelas… Cada presentación tenía un
público de treinta y cinco o cuarenta personas (Sí, más público en las
presentaciones que habitantes tiene la aldea), que escuchaban con interés, que
participaban, que comentaban, que compraban el libro del que se hablase.
Compartir los libros, la comida, la tarde. Convivir en torno a la literatura. Si alguna vez la cultura andaluza está en peligro, las trincheras para defenderla estarán en sitios como Navahermosa.